miércoles, 25 de agosto de 2010

Impresionante video

viernes, 9 de julio de 2010

24 horas

"Amar no es mirarse a los ojos, sino mirar juntos en una misma dirección"






















Cita de Antoine Saint-Exupery




Viendo a Begoña Aranguren entrevistada por Vicente Vallés, presentando la novela, El Amor del Rey.

martes, 18 de mayo de 2010

El monje que vendió su Ferrari

Tal vez perdí de vista mis sueños cuando
me hice adulto y me resigné a actuar como se supone que han de hacerlo los adultos. En cualquier caso, aquella noche con Julián me decidí a no pasar más tiempo ganándome la vida y a invertir mucho más tiempo en crear una vida.

 - Parece que te he hecho pensar en tu propia vida -comentó Julián-. Piensa en tus sueños, en cómo eras de pequeño. Jonas Salk lo dijo mejor cuando escribió "He tenido sueños y he tenido pesadillas. Superé mis pesadillas gracias a mis sueños". Atrévete a desempolvar tus sueños, John. Empieza a amar otra vez la vida y a gozar de sus maravillas. Despierta al poder que tu propia mente tiene para hacer que las cosas sean como quieres. Todo el universo cooperará contigo para que esa vida sea mágica.

Metió la mano en su túnica y extrajo una cartulina del tamaño de una tarjeta de visita, con los cantos rasgados, al parecer debido al uso.

- Un día, mientras el yogui Raman y yo caminábamos por un tranquilo sendero de montaña, le pregunté quién era su filósofo favorito. Me dijo que había tenido muchas influencias en su vida y que le resultaba dificil destacar una como su fuente de inspiración. Había una cita, no obstante, que siempre llevaba en su corazón, una cita que integraba todos los valores que más apreciaba tras una vida dedicada a la contemplación. Y en aquel lugar bellísimo, un lugar perdido en las montañas, aquel sabio de Oriente la compartió conmigo. Yo también grabé sus palabras en mi corazón. Me sirven para recordar cada día aquello que somos y aquello que podemos ser. Eran palabras del gran filósofo indio Patanjali. Repetirlas en voz alta cada mañana antes de sentarme a meditar ha influido poderosamente en mí. 
Recuerda, John, que las palabras son la encarnación verbal del poder.
Julián me enseñó la tarjeta. La cita del filósofo decía así:

"Cuando te inspira un objetivo importante, un proyecto extraordinario, todos tus pensamientos rompen sus ataduras, tu mente supera los límites, tu conciencia se expande en todas direcciones y tú te ves en un mundo nuevo y maravilloso. Las fuerzas, facultades y talentos ocultos cobran vida, y descubres que eres una persona mejor de lo que habías soñado ser"








Robin S. Sharma - El monje que vendió su Ferrari (HarperCollins 1997)
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miércoles, 12 de mayo de 2010

domingo, 18 de abril de 2010

Tarde de domingo


Tumbado boca arriba en el sofá, mirando al techo sin verlo, añorando sin tener qué añorar. Solo tú sabes quién eres, qué quieres, qué sientes. Tan lejos y tan cerca a la vez, me haces dudar. ¿Conclusiones equivocadas? Benditas ellas que te hacen sentir glorioso. Impaciencia que se transforma en ansiedad. Inseguridad que se torna osadía. Una realidad que se distorsiona a voluntad, de manera inconsciente, sin saber medir en cuanto contribuyes a ella, suponiendo que hayas tenido algo que ver con LA enfermedad.

Tu misterio es mi complejo, uno de tantos. El “porqué”, una pregunta sin respuesta. Teorías que rebotan en las paredes de mi salón, y que no viajan a ninguna parte, que retornan a mí, intoxicándome, desorientándome. Definiciones perfectas que olvido en un segundo. Un próximo día que siempre da miedo. De medio incógnito, con pinceladas de realidad que gritan a los cuatro vientos algo que aún no es mutuo. Temas tabú que ponen a prueba el verdadero sentido de dos que están juntos, donde confiar en los espacios del otro es respetarlo. Porque lo sientes, porque lo vives, porque lo sufres. Porque tener miedo a decir NO, no es lo mismo que decir SI. Porque cuando sabes algo, lo sabes. Porque si dudas, te quedas atrás. Porque si te dejas llevar, puedes perder, pero pierde seguro quien nunca se deja llevar. Porque a veces me atropello queriendo ir demasiado por delante. Que gracioso, un pragmático metido a soñador. Será que no le avergüenza soñar...

Un deseo sereno que facilita encontrarnos. Un deseo adulto que nos subirá al cielo. Un deseo común, cercano y especial, que igual que puede hacernos únicos, también podrá destruirnos. Siempre el yin, unido al yang.

¿Lucidez o locura en una tarde de domingo?







***



lunes, 5 de abril de 2010

El niño con el pijama de rayas

Maravillosa y dura historia que me ha hecho disfrutar de verdad. Quien fuera capaz de ver la vida desde los ojos de Bruno, y porqué no, borrar de un plumazo esa vomitiva realidad que, igual que alguna otra más cercana, avergonzó a medio mundo al descubrir lo que somos capaces de hacer.


"... yo también tengo que contarte una cosa.
-- ¿Ah, si? -dijo Shmuel levantando la cabeza, esperanzado.
-- Sí, que voy a volver a Berlín.
Shmuel puso cara de sorpresa.
-- ¿Cuando? -preguntó, y la voz se le quebró un poco.
-- A ver, hoy es jueves. Y nos vamos el sábado. Después de comer.
-- Pero ¿cuanto tiempo vas a estar fuera?
-- Creo que nos vamos para siempre -respondió Bruno-. A Madre no le gusta Auchviz, dice que no es un sítio adecuado para criar a dos hijos, así qe Padre va a quedarse trabajando aquí porque el Furias tiene grandes proyectos para él, pero los demás volvemos al hogar -Utilizó la palabra "hogar", pese a que ya no estaba seguro de donde estaba su hogar.
-- Entonces ¿no volveré a verte? -preguntó Shmuel.
-- Bueno, sí, algún día. Podrías venir de vacaciones a Berlín. Al fín y al cabo, no te quedarás aquí para siempre, ¿no?
Shmuel negó con la cabeza.
-- Supongo que no, -dijo con tristeza. Y añadió-: Cuando te marches, ya no tendré a nadie con quien hablar.
-- Ya -dijo Bruno. Quería añadir "Yo también te echaré de menos Shmuel", pero le dió un poco de vergüenza-. Así que, hasta entonces, mañana nos veremos por última vez. Mañana tendremos que despedirnos. Procuraré traerte un regalo especial.
Shmuel asintió con la cabeza, pero no encontraba palabras para expresar la pena que sentía.
-- Me habría gustado poder jugar contigo -dijo Bruno tras una larga pausa-. Aunque solo fuera una vez. Solo para tener algo que recordar.
-- A mi también -coincidió Shmuel.
-- Llevamos más de un año hablando y no hemos podido jugar ni una sola vez. ¿y sabes otra cosa? -agregó-. Todo este tiempo he estado observando donde vives desde la ventana de mi dormitorio, pero nunca he visto por mi mismo cómo es.
-- No te gustaría, -dijo Shmuel-. Tu casa es mucho más bonita.
-- Ya, pero me habría gustado ver la tuya.




John Boyne - El niño con el pijama de rayas (Salamandra, 2006)




Temporada 29 HT

Finaliza la temporada 29 de HT. Notingan se ha mantenido sin problemas en su grupo de liga VII. Ha sido una temporada de transición, como se esperaba, y que ha ayudado a preparar convenientemente el cambio de entrenamiento que comienza en la próxima temporada y que esperamos nos ayude a pensar en mayores metas.

Queremos agradecer a nuestros seguidores su paciencia y compromiso con el club, que esperamos devolver con resultados y espectáculo. Renovad los abonos por dios!!!

La próxima semana, en la comenzaremos la pretemporada, gran paellada popular con la presencia de toda la plantilla acompañados de sus señoras (algo muy celebrado en la edición anterior), firma de autografos y camisetas, actividades para los más pequeños,  sorteos, y la actuación estelar de Andy y Lucas, teloneados por Josmar.

Os esperamos en el Scorpions Arena, no falteis.

Forçá Notingan!!!

sábado, 20 de marzo de 2010

Es primavera

“La vida, para mí, no es una vela que se apaga. Es más bien una espléndida antorcha que sostengo en mis manos durante un momento, y quiero que arda con la máxima claridad posible antes de entregarla a futuras generaciones” George Bernard Shaw.

Robin S. Sharma, utiliza esta cita del Nobel irlandés al inicio de su libro “El monje que vendió su Ferrari”, que espero acabar de leer en unos días.

Esta mañana, hojeando el suplemento El viajero, de El País, dedican unas líneas a visitar la casa de Miguel Hernández, en Orihuela, con motivo del centenario de su nacimiento, que se celebrará este año. A mi abuelo materno, Santiago, siendo de la misma quinta que el gran poeta Alicantino, y aficionado también al verso, le han faltado escasos cinco años para poder leerlo personalmente.
Una guerra civil y varios años de cárcel en tus primeros treinta, no es un inicio nada alentador. Que dispar se mostró el destino con ellos cuando uno muere en la cárcel a merced de la tuberculosis y el otro, mi abuelo, consigue sobrevivirla y tirar adelante a su familia. Dos hijos, cuatro nietos y cuatro biznietos (el que baja la media soy yo, aunque espero contribuir algún día) son parte de la antorcha del buen abuelo Santiago.

La novela de R. S. Sharma, comienza con el protagonista, un triunfador, brillante y rico abogado, sufriendo un infarto en pleno juicio. Su antorcha, entonces pequeña vela, no se apagó, por suerte para el lector.

Nos olvidamos demasiado a menudo de lo caprichoso, irreparable y por naturaleza inmediato, de nuestro destino, en diez minutos, el año que viene, tras leer estas líneas.
Disfrutar o intentarlo al menos, sacar lo mejor de cada momento ha de ser una prioridad en tu vida, además de
cuidarte y cuidar a los tuyos.

Hablando de cuidarse, el menú de hoy, lubina al papillot, deliciosa, y una ensaladita, que estamos en plena operación bikini.

Salgo a correr una horita, que son las seis y todavía tenemos luz natural,
hoy comienza la primavera.

lunes, 1 de marzo de 2010

Abriendo puertas


Vive, siente, disfruta, sigue abriendo puertas.

Me habría sido fácil intentar abrir una puerta y buscarte dentro, pero me importas demasiado como para tener prisas. Intuyo que existen otras puertas  que mantienes abiertas, quizá mal cerradas, que harían aparecer las fuertes corrientes  de aire que confunden y llevan al caos al propósito más sincero.

La vida es un mar embravecido que en cada ola te ofrece una puerta. Nada, lucha, sufre, alcanza día a día, brazada a brazada, las distintas puertas que la vida te trae. Surfea la ola correcta y encontrarás el sentido a  toda tu existencia, elige mal y una tras otra te golpearán sus crestas intentando hundirte, ahogándote en su espesa espuma, ferozmente, una y otra vez.

Pronto abriremos una nueva puerta, y al cruzarla, pasearemos juntos por un edén,   donde encontraremos a otros y a nosotros mismos, escapando por un tiempo de nuestros bravos mares y sus peligros, de los malhumorados y pendencieros, de los intereses y las falsas prioridades. Seremos puros, viviremos puros, pura magia impregnará nuestras vidas y cuando cerremos la puerta, a su debido tiempo,  estaremos orgullosos de lo conseguido, felices, renovados, mejores.


Yo ya cerré mis puertas, y tú?








domingo, 28 de febrero de 2010

Hay dias en los que te levantas un poco...

  + +








Hoy no lo tengo claro del todo... ando un tanto despistado...

miércoles, 17 de febrero de 2010

Caín

Cuando esbozó un movimiento para echarle mano al asno, el burro, ese mismo que salió de las cuadras de noah con reputación de dócil, marcó una especie de paso de baile con las patas delanteras y girando los cuartos traseros dio un par de coces que acabaron con el pobre diablo en el lodo. Aunque había actuado en legítima defensa, el burro tuvo inmediata conciencia de que sus buenas razones no serían admitidas por la masa que, bramando en todas las lenguas habidas y por haber, avanzaba para saquear las aguaderas y transformarlo a él en albóndigas. Sin necesitar el estímulo de los talones del caballero, arrancó con un trote vivo y luego con un galope del todo inesperado, vista su naturaleza asnina, de animal seguro pero al que, en principio, no se le pueden pedir prisas...

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La historia de los hombres es la historia de sus desencuentros con dios, ni él nos entiende a nosotros ni nosotros le entendemos a él.






Caín, José Saramago (2009 Alfaguara)

Mis terracitas

Hace ya dos semanas que las visito. Desde entonces, no he dejado de acudir un solo día. No sé cuanto tiempo llevan ahí, pero creo conocerlas de toda la vida.
Subo la escalera corriendo, saltando los peldaños de dos en dos, de tres en tres. Conforme asciendo, me voy encontrando más y más relajado.
En el último rellano, una ilusión en blanco intenso. Pura luz que al filtrarse por las rendijas de la pequeña portezuela, grita a voces un deseo de contarte sus secretos, como cada noche.
Al abrir, mi primera terracita, con sus baldosines de barro, nunca frios, nunca calientes. Siempre voy descalzo.
A mi alrededor, imágenes, historias que vienen y van. Mientras creo flotar, recuerdos, momentos de todas las edades aparecen y desaparecen armónicamente, en una coreografía perfecta.
Tras los bordillos, una segunda terracita, un poco más allá, la tercera. La cuarta nunca la visito, paso a la siguiente diréctamente. Se pierde el orden. Su número no importa. Aquí nada importa.
Hoy he tenido un día duro, cansado. Puedo jurar haberlo tenido un millón de veces, demasiadas. Todos los días parecen ser siempre el mismo día.
Pero no me preocupa, porque tras apagar la luz,  aparecerá ante mí una escalera, como la de anoche, y me apresuraré a subir, curioso, ilusionado, cada vez más aprisa, para abandonarme, confiado, en las relajadas historias que, como una brisa, solo susurran mis terracitas.

Quién eres y a qué vienes, Caín?

Puede ser que mi verdad sea para tí mentira, Puede ser, si, la duda es el privilegio de quien ha vivido mucho, tal vez por eso no consigues convencerme para que acepte como certeza lo que me suena a falsedad, Quién eres tú, preguntó caín, Cuidado mozalbete, si me preguntas quien soy yo, estarás reconociendo mi derecho a querer saber quien eres tú, Nada me obliga a decirlo, Vas a entrar en esta ciudad, te vas a quedar aquí, así que más pronto o más tarde todo se sabrá, Solo cuando tenga que saberse y no por mí, Dime, al menos, cómo te llamas, Abel es mi nombre, dijo caín.







Caín, (José Saramago, 2009 - Alfaguara)

domingo, 31 de enero de 2010

Piratas del caribe... contrastes


Aquí vinimos a descansar, gritó su madre, es una pena lo que ha pasado pero ya hay quien se encarga de ello, aseguró. Así que olvídate y vamos a la piscina, que nos esperan. Hacía ya tiempo que Ricardo no escuchaba a su madre, la miraba fijamente, con una extraña sonrisa en la cara, serena, comprensiva. De repente, se giró y corrió al autobús que en ese momento abandonaba el complejo turístico. Desde la escalerilla, lanzó un último adiós con el brazo.
Donde va ese autobús? preguntó la madre a un empleado del hotel. Al otro lado de la isla señora, a Puerto Príncipe, las cosas están muy feas por allí, contesto el chico sin levantar la vista del suelo.
Este niño; verás cuando se entere su padre…




martes, 26 de enero de 2010

Solo una lista que iré actualizando, solo eso

La voz de la sabiduría - Priscilla Cogan (1998) *****
Un viejo que leía novelas de amor - Luís Sepúlveda (1992) ***
Memoria de mis putas tristes - Gabriel García Márquez (2004)*****
Un hombre en la oscuridad - Paul Auster (2008) ***
Angeles y Demonios - Dan Brown (2000) ***
El código da Vinci - Dan Brown (2003) ***
El alma de la ciudad - Jesús Sánchez Adalid (2007) ***
Cabo Trafalgar - Arturo Pérez Reverte (2004) ***
Las pequeñas memorias - José Saramago (2006) ****
La isla desconocida - José Saramago (1998) ***
Gump & co. - Winston Groom (1995) **
La ciudad de las bestias - Isabel Allende (2002) ***
La sombra del viento - Carlos Ruíz Zafón (2001) *****
Memorias de un beduino - José Antonio Labordeta (2009) ***
Soldados de Salamina - Javier Cercas (2001) ****
Cien años de soledad - Gabriel García Márquez (1967) *****
Los hombres que no amaban a las mujeres - Stieg Larsson (2005) ****
El asombroso viaje de Pomponio Flato - Eduardo Mendoza (2008) *****
El guardián entre el centeno - J.D. Sallinger (1951) *****


Las cosas que no nos dijimos - Marc levy (2009) - 2010 *****
El lápiz del carpintero - Manuel Rivas (1998) - 2010 ***
Caín - José Saramago (2009) - 2010 ***
El niño con el pijama de rayas - John Boyne (2006) - 2010 ****
Esperadme en el cielo - Maruja Torres (premio Nadal 2009) - comenzando... y abandonado, no puedo terminarlo.
El monje que vendió su Ferrari - Robin S. Sharma (1997) - comenzando...



Se admiten sugerencias...

martes, 19 de enero de 2010

Puntos suspensivos

Miedo me da, en pleno enero y cayendo chuzos de punta, acompañar la primera entrada del año con un bonito soneto. No quiero pensar cuando a la primavera le de por sacudir fuerte... os puedo salir con cualquier cursilada... ay... que uno cumple años y baja la guardia... 

Uno de Sabina, de su libro de poemas "Ciento volando de catorce"



Puntos suspensivos

Lo peor del amor, cuando termina,
son las habitaciones ventiladas,
el solo de pijamas con sordina,
la adrenalina en camas separadas,

Lo malo del después son los despojos,
que embalsaman los pájaros del sueño,
los teléfonos que hablan con los ojos,
el sístole sin diástole ni dueño,

Lo más ingrato es encalar la casa,
remendar las virtudes veniales,
condenar a galeras los archivos.

Lo atroz de la pasión es cuando pasa,
cuando, al punto final de los finales,
no le siguen dos puntos suspensivos.





Joaquín Sabina, Ciento volando de catorce. Visor libros, 2003.


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