martes, 18 de mayo de 2010

El monje que vendió su Ferrari

Tal vez perdí de vista mis sueños cuando
me hice adulto y me resigné a actuar como se supone que han de hacerlo los adultos. En cualquier caso, aquella noche con Julián me decidí a no pasar más tiempo ganándome la vida y a invertir mucho más tiempo en crear una vida.

 - Parece que te he hecho pensar en tu propia vida -comentó Julián-. Piensa en tus sueños, en cómo eras de pequeño. Jonas Salk lo dijo mejor cuando escribió "He tenido sueños y he tenido pesadillas. Superé mis pesadillas gracias a mis sueños". Atrévete a desempolvar tus sueños, John. Empieza a amar otra vez la vida y a gozar de sus maravillas. Despierta al poder que tu propia mente tiene para hacer que las cosas sean como quieres. Todo el universo cooperará contigo para que esa vida sea mágica.

Metió la mano en su túnica y extrajo una cartulina del tamaño de una tarjeta de visita, con los cantos rasgados, al parecer debido al uso.

- Un día, mientras el yogui Raman y yo caminábamos por un tranquilo sendero de montaña, le pregunté quién era su filósofo favorito. Me dijo que había tenido muchas influencias en su vida y que le resultaba dificil destacar una como su fuente de inspiración. Había una cita, no obstante, que siempre llevaba en su corazón, una cita que integraba todos los valores que más apreciaba tras una vida dedicada a la contemplación. Y en aquel lugar bellísimo, un lugar perdido en las montañas, aquel sabio de Oriente la compartió conmigo. Yo también grabé sus palabras en mi corazón. Me sirven para recordar cada día aquello que somos y aquello que podemos ser. Eran palabras del gran filósofo indio Patanjali. Repetirlas en voz alta cada mañana antes de sentarme a meditar ha influido poderosamente en mí. 
Recuerda, John, que las palabras son la encarnación verbal del poder.
Julián me enseñó la tarjeta. La cita del filósofo decía así:

"Cuando te inspira un objetivo importante, un proyecto extraordinario, todos tus pensamientos rompen sus ataduras, tu mente supera los límites, tu conciencia se expande en todas direcciones y tú te ves en un mundo nuevo y maravilloso. Las fuerzas, facultades y talentos ocultos cobran vida, y descubres que eres una persona mejor de lo que habías soñado ser"








Robin S. Sharma - El monje que vendió su Ferrari (HarperCollins 1997)
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