sábado, 7 de marzo de 2009

Lehendakari López, President Montilla... suena bien no?

Quiero volver a apelar al sordo trabajo de mi horno para iniciar esta entrada. No es la primera vez que lo hago, y me doy cuenta de lo fácil que es para mí crear códigos de conducta repetitivos... "que previsible soy", dice mi lado pesimista, y "¡vaya, tal vez es lo que te gusta hacer!" clama mi yo más indulgente.

Sea como fuere, ha sido mi facebookera musa Mar, una vez más, quien ha motivado que me embadurne de harina hasta las cejas y espere pacientemente, acompañado de un agradable reserva 2003, Arnalte para más señas, ese gracioso pitido que te avisa de que algo está a punto para ser devorado.

Hay que tener cuidado con las artes culinarias, pues hay sofritos que los carga el diablo, y hoy casi me llevo un dedo por delante.

Ligado el índice izquierdo definitivamente a mí ser, por no pocas vendas, termino esta entrada con mis reflexiones acerca de algo acaecido esta misma semana y que no pasa todos los días, ni siquiera todos los años.

Es la primera vez, desde el estatuto de autonomía del País Vasco, allá por 1.979, que existe una alternativa real al gobierno de esa comunidad, sin que deba forzosamente intervenir el PNV.

Esa alternativa se llama Patxi López, de Portugalete y del PSE, que con el apoyo del PP, tendría suficiente para disponer de la mayoría que le permitiera optar a ser el primer Lehendakari no del PNV en Ajuria Enea. Y de apellido López para más inri.

No te equivoques, mi comentario no pretende ser antinacionalista vasco en forma alguna.

Yo soy catalán, y creo disponer en mi día a día y de manera cercana, de suficiente información como para entender cuanto de sentimiento puro de defensa de lo singular existe en gran parte de las reivindicaciones de los nacionalismos periféricos, de la misma manera que asisto igualmente a la ambigüedad de sus políticos, y a los devastadores efectos del más prepotente y rancio nacionalismo centrista español.

El nacionalismo, existe desde que el hombre es hombre. De toda la vida, los jóvenes de Villaarnalte de Arriba, se han apedreado los fines de semana con los de Villaarnalte de Abajo, defendiendo únicamente la singularidad y el orgullo de disponer de su residencia en uno u otro término municipal.

Para que esto ocurra, por lo tanto, no se necesita disponer de lengua distinta, ni costumbres, ni culturas, ni reyezuelos genocidas sobre los que, 300 años más tarde, montar toda la trama que pretende justificar otros fines, entre los que se encuentran, perpetuarse en la silla a costa de un sentimiento que existe, por lo tanto real, y de genta real.


El orgullo de pertenencia a un determinado territorio, deberíamos ser capaces de defenderlo cimentado en la aportación de riqueza diferencial que cada una de las partes aporta a un todo, sin cotos cerrados y sin prohibiciones.


Ahí es donde encuentro interesante la coyuntura actual en el País Vasco, en el que a poco que se de la oportunidad, la mayoría de los vascos (y vascas que diría Ibarretxe) le van a enseñar al resto que no pasa nada por estar cuatro añitos, para empezar, compartiendo la misma sociedad, pero con un modelo ligeramente distinto al que acostumbran, en el que los señoritos de algunos caseríos, se deberán acostumbrar a compartir ese coto cerrado hasta ahora, con el resto, que además, tienen tanto derecho como ellos a utilizarlo.


No se me escapan querido lector, las implicaciones que políticamente y a nivel nacional, la decisión de formar gobierno con el apoyo del PP podría tener para el PSOE, por lo tanto para el Gobierno de España.


Sin embargo, mientras la alternancia en el gobierno nacional y en otras comunidades, es una realidad desde hace ya algunos años, sería imperdonable, al menos por mi, no explorar hoy en día, todas las vías posibles para que también sea un hecho en el País Vasco.
Más aún sabiendo que el PNV tratará, como siempre que ha estado en dificultades. de alcanzar pactos a los que solo ellos saben llegar, modulando su mensaje a conveniencia, y adaptándolo únicamente a preservar su status, algo por otro lado, absolutamente legítimo, cuando menos políticamente.


Sin representantes de asesinos en el foro vasco, y sin planes surrealistas que deba aprobar parlamento alguno, sea vasco o español, esperemos se abra una nueva era en ese territorio, que ayude a los que allí viven dentro de cuatro años, a decidir con su voto, igual que han hecho hace una semana, si quieren continuar con lo que tienen o volver a etapas anteriores... ese es el verdadero miedo del mal nacionalismo... que el ciudadano se de cuenta que sin él, también hay vida.


Por lo demás poco que reseñar, que tenemos final de Copa del Rey vasco - catalana (ironías del destino), que el presentador de Àgora debería hacer la retransmisión del partido y posterior debate pro-hermandad de pueblos, y que el Sr. Garzón y la corrupción en el PP, hacen que pasemos de puntillas todos los días frente a la virulenta crisis en la que todos estamos inmersos... que no falte el trabajo, es el deseo más realista y repetido hoy día.


Voy a probar mis malenis... ups, magdalenas quería decir... en qué estaría pensando... gustas?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esas magdalenas tienen un aspecto tan delicioso como el nuevo tiempo que se va a inaugurar en Euskadi.

Fdo. El Camionero de Olmedo.

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