lunes, 1 de marzo de 2010

Abriendo puertas


Vive, siente, disfruta, sigue abriendo puertas.

Me habría sido fácil intentar abrir una puerta y buscarte dentro, pero me importas demasiado como para tener prisas. Intuyo que existen otras puertas  que mantienes abiertas, quizá mal cerradas, que harían aparecer las fuertes corrientes  de aire que confunden y llevan al caos al propósito más sincero.

La vida es un mar embravecido que en cada ola te ofrece una puerta. Nada, lucha, sufre, alcanza día a día, brazada a brazada, las distintas puertas que la vida te trae. Surfea la ola correcta y encontrarás el sentido a  toda tu existencia, elige mal y una tras otra te golpearán sus crestas intentando hundirte, ahogándote en su espesa espuma, ferozmente, una y otra vez.

Pronto abriremos una nueva puerta, y al cruzarla, pasearemos juntos por un edén,   donde encontraremos a otros y a nosotros mismos, escapando por un tiempo de nuestros bravos mares y sus peligros, de los malhumorados y pendencieros, de los intereses y las falsas prioridades. Seremos puros, viviremos puros, pura magia impregnará nuestras vidas y cuando cerremos la puerta, a su debido tiempo,  estaremos orgullosos de lo conseguido, felices, renovados, mejores.


Yo ya cerré mis puertas, y tú?








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